Y es que cuanto más lo intento, peor me siento. Con todas mis fuerzas, con todas mis ganas, lo hago todo para ser lo mejor para ti. Pero a pesar de ello, me siento lo más insignificante que ha pasado por tu vida. Siento que cualquier persona puede superarme con sonreirte, porque... ¿a quién le gusta una sonrisa de dientes partidos? A nadie, no se por qué ibas a ser tu una excepción.
Me despido, con lagrimas en los ojos, por no ser suficiente para ti.
Tropezando siempre con la misma sonrisa, con la misma mirada; con la misma persona.
miércoles, 17 de abril de 2013
Con todas mis fuerzas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario